Hay muchas veces que queremos sacar algo con la máxima inmediatez. Por ejemplo porque es un deportista que justo pasará un instante por ahí. Y en cambio nuestra flamante cámara digital se pone a hacer cosas, y para cuando por fin salta el disparo ya ha pasado el momento mágico que queríamos impresionar.
Para eliminar el retardo entre que pulsamos el disparador y se toma la foto, deberemos eliminar la mayoría de automatismos de la cámara: cuantas más cosas le dejemos hacer a ella más tardará, evidentemente. Así podemos eliminar:
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Enfoque automático: con un preenfoque (según la cámara) o enfoque manual a un punto aproximado en que estará nuestro sujeto. Ahorraremos mucho tiempo en determinadas circunstancias (incluso puede que la cámara sea incapaz de enfocar si el sujeto se mueve muy rápido!).
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Balance de blancos: eligiremos el que más se adecúe, en vez de dejarlo como es habitual en automático.
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Control de exposición: o bien usando el modo Manual, o bien eligiendo previamente cualquier programa, apuntando a la zona que nos interesa (suponemos que no variará la exposición cuando esté el sujeto en ella) y bloqueando la exposición (botón AEL).
El bloqueo de la exposición o el preenfoque, si no lo puedes hacer directamente, en casi todas las cámaras lo podemos hacer pulsando a medias el disparador y manteniendo hasta pulsar a fondo cuando ya realmente queramos tomar la foto.
Con todas estas medidas, el tiempo en cualquier cámara moderna será casi despreciable, y podremos disparar con bastante acierto a lo que pase. Si además tenemos una cámara que permite hacer ráfagas a alta velocidad, siempre será una opción interesante de usar.
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