Es el objetivo versatil, todo-terreno por excelencia, que da muchas satisfacciones en todas las ocasiones. El estabilizador compensa el F4, y no se añora el 2.8, aunque reconozco que el 24-70 F2.8 es insuperable en calidad. Y los 105 mm permiten disponer de un tele razonable. Cuando voy de viaje, de cada 100 fotos, 95 las hago con él. Es cierto que con sensores full frame, viñetea un poco, experiencia en 5D y 1Ds MkII. Pero, el viñeteo se elimina muy facilmente, incluso con Lightroom, de forma automática. Es un objetivo para llevarlo atornillado a la cámara, desde mi punto de vista.