Lo que ocurre es lo mismo que cuando nos cargamos el sistema en nuestro ordenador, que no volverá a funcionar a menos que reparemos el sistema operativo, a veces es necesario formatear e instalarlo de nuevo. El ordenador no se estropea por supuesto y la cámara tampoco pero nos llevará un quebradero de cabeza la nueva instalación. La diferencia está en que con un ordenador la instalación la podemos hacer nosotros mismos y con una cámara fotográfica la cosa cambia. Lo primero que debemos hacer es asegurarnos si en la web donde se ha publicado la actualización disponen de algún método de rescate, si no es así lo mejor es el contacto telefónico y que nos digan lo que debemos hacer, lo más probable es que tengamos que enviar la cámara al servicio técnico donde nos la devolverán impecable y con un nuevo software interno, si nos cobran o no por ello va a depender de algunos factores, las compañías ya advierten que esto puede ocurrir si nos equivocamos en algún paso.
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