Otro aspecto a considerar a la hora de componer la fotografía es el del formato más adecuado para su presentación. En muchas ocasiones el resultado final es decepcionante, y sin embargo un movimiento tan sencillo como girar la cámara 90 grados habría conseguido un efecto inimaginable.
El formato
En la fotografía digital, y especialmente según el tipo de cámara que se utilice, se tiende a tomar las fotografías en sentido horizontal. Ello comporta una mayor comodidad en el visionado, ya sea a través de la pantalla LCD o del monitor del ordenador. Sin embargo, esta comodidad no significa que, no deba tenerse en cuenta la orientación del formato. Naturalmente, la decisión última la tiene el fotógrafo, pero resulta fácil encontrar situaciones en las que el formato vertical puede resultar más interesante que el vertical y viceversa. Pasar de un formato horizontal al vertical, o al revés, no sólo es un cambio estético, al modificar el encuadre y la composición se pueden producir cambios en el contenido de la fotografía. El fotógrafo debe controlar si el cambio resulta positivo tanto en la composición como en la fuerza estética y expresiva de la fotografía.
Opción Vertical/horizontal
De entrada, y en parte porque la propia forma de la cámara puede inducirnos a ello, tenemos cierta tendencia a hacer las fotografías en formato horizontal. También para el ser humano y por nuestra fisiología nos es más cómodo mover la cabeza a los lados que arriba o abajo, por lo que siempre que podemos nos resulta “más natural” el formato horizontal (rotación de nuestro cuello) que el vertical (flexión y torsión).
Es éste el más utilizado para los paisajes (por ello se suele llamar “apaisado”) y para retratos de grupo, pero sería un error pensar que no es admisible el vertical. Siempre hay que probar los dos puntos de vista antes de hacer la foto. Por su parte, el formato vertical suele resultar más adecuado para los retratos, sí bien en este caso es de suma importancia el encuadre, pudiendo obtenerse mayor fuerza a base de llenar prácticamente el encuadre con el rostro del retratado.
Tampoco en el caso de los retratos deberemos olvidar la posibilidad del formato horizontal, aunque su uso habrá de ser estudiado de antemano. Si se va a retratar exclusivamente el busto de la persona, un formato horizontal dejará grandes espacios a los lados difíciles de rellenar. En cambio, determinadas poses (cabeza ladeada, por ejemplo) podrán invitar incluso a experimentar con el formato horizontal. 
Para terminar
Para ayudarte en esta tarea de decidir entre formato vertical u horizontal puedes fabricar una enmarcación con cartulina negra (10 x 15 cm . puede ser suficiente) para que mirando a través de ella compruebes como queda una composición vertical u horizontal.
Ya sé que alguien me dirá que siempre se puede, ante la duda, disparar con los dos formatos, desde luego, pero así poco o nada vamos a desarrollar nuestro ya citado “ojo fotográfico”, como decía la letra de una canción de hace bastantes años “… lo mejor de la vida nunca es fácil …”, así que en tu mano está dejar o no que tu ojo fotográfico se haga “vago” y acabe con miopía. Bromas aparte, la verdad no es complicado, solo hay que tener un poco de “fuerza de voluntad” y no optar por el camino fácil, ya que para este no se necesita nada en especial, ni siquiera leer este artículo, solo bastantes tarjetas de memoria y muchas baterías… En el próximo artículo… Veremos algunas nociones básicas sobre la fotografía de personas ”…Cuando pensamos en hacer un retrato y captar la expresión de…”
Marco Antonio 2006
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