La manera màs económica de disfrutar del aclamado sensor XTrans de Fuji. Esta càmara con aspecto de Leica en miniatura pero de acabado plasticoso y ultraligero aunque bien terminado y sin holguras ni desajustes, es un portento de calidad de imagen. No tiene la rapidez de enfoque de las màs modernas micro 4:3 pero sí es agil, precisa y ràpida, notoriamente mejor que sus hermanas mayores, la XPro 1 y la XE1, con quienes comparte un sensor que parece adelantado a su tiempo. Con un rango dinàmico que te permite estirar los raw en edición como si de un chicle se tratara, una nitidez asombrosa y un rendimiento a ISOS altos que por muy poco podría hacer palidecer nada menos que a una Nikon D700, el sensor de esta càmara es un prodigio de rendimiento.
El zoom de kit, con un buen rango y un eficaz estabilizador tiene un rendimiento correcto, buena nitidez en el centro y regular fuera del mismo y sin grandes alardes en el resto de apartados, pero es que el sensor parece que puede con mucha màs capacidad resolutiva. El 16-50 serà un buen compañero para todo uso, pero la càmara pide màs...
Por lo demàs, el manejo de la càmara, con su pantalla pivotante y su doble dial de función es àgil, preciso y muy intuitivo.
Una càmara que invita a salir con ella a disfrutar tanto de fotografía callejera como de paisajes, infantil o lo que se ponga por delante. Su ligereza ayuda a no desanimarse para llevarla encima habitualmente, lo mismo que el tamaño que pese a su compacidad, no olvida el apartado ergonómico y cuenta con diales y botones físicos suficientes para facilitar un manejo rápido y eficaz.
A favor: Calidad de imagen Estilo retro Pantalla pivotante Ergonomía Autonomía Rendimiento ISO alto
En contra: Pantalla no tàctil Zoom de kit flojillo Acabado plasticoso aunque de calidad.